Al Titán del Pueblo Costarricense: Carlos Luis Fallas
Escrito por Errol Humberto Pereira Torres
Miércoles, 30 de Diciembre de 2009 08:12
TOMADO DE http://donchico.info/index.php/literatura-costarricense/155-al-titan-del-pueblo-costarricense-carlos-luis-fallas
Huesos y carne de hombre selva,
intelecto de líder de los desposeídos ;
corazón de artista.
¿Cómo pueden mezclarse
“fiereza” y sensibilidad
en un mismo ser humano?
Temblaban y tiemblan
tus enemigos,
los mismos que temen
a los pueblos cuando se levantan
contra tiranos y traidores.
¡Calufa nuestro,
de la gente buena!
Calufa de los zapateros
y ferrocarrileros,
Santo de los huelguistas
y luchadores sociales de mi Costa Rica.
Calufa de los mocosos
como Marcos Ramírez.
Marcos de las pozas,
de las piedras en bolsas rotas
y resorteras,
que se acuesta jueteado todos los días.
Calufa el muchacho
de clase humilde,
el patriota dispuesto a todo,
aventurero de la eriza tierra.
El que forjó su vida con los bananeros,
el que desafió a la “Yunai”;
el sindicalista más buscado
por los gringos y el gobierno.
Y vos siempre caminando,
caminando con el hermano del pueblo,
con el peón agrícola,
trazando la senda redentora.
Titán de los derechos laborales
que hoy disfrutamos.
Caminando, caminando…
con las madres que rinden
el diario y que paren a las muchachas
y muchachos rebeldes.
Con la pequeña, inteligente
y valerosa Lyra,
y con Mora,
el Benemérito comunista.
Calufa: -- Los años pasan…
pero tu figura crece y crece,
tu estatura moral parece inalcanzable
en estos malos tiempos
de venta de la Patria.
Y, sigues caminando y luchando con nosotros,
entre mujeres y hombres,
entre niños, niñas y jóvenes
entre abuelos y abuelas
que recuerdan a uno que al decir de Galeano
dijo lo que pensó e
hizo lo que dijo,
desafiando al poder con su entereza,
desafiando la injusticia con el pueblo organizado,
desafiando las normas de académicos escritores,
desafiando las fronteras
para ser leído en todo el orbe.
Un mocoso que aprendió:
de los libros, juetazos,
paludismo, suampos
selva, dinamita…,
del filo del machete y la profunda herida,
del hierro y la grasa
del tren y su línea,
del musculo y el sudor
de la mancha del banano
de la propia sangre
como la del hermano,
del fogón y los trapos ahumados.
Del cigarro en noche de ranas
para pensar en la pena del peón,
en la mujer y los chiquillos
que se dejan para probar fortuna
en el tramposo enclave,
de la Compañía y el extranjero explotador.
Calufa: --Hoy todos leen tus obras
y nadie puede callar
que fueras luchador por la justicia
transformador de la sociedad,
enaltecedor de la humana solidaridad,
asumidor del dolor “ajeno”,
y las penurias,
de gente humilde.
Defensor de los derechos,
que con rudo trabajo y protesta se ganan,
de la riqueza para todos y todas.
Amante de la vida
del amor y la alegría;
A vos te siento como al que más:
“revolucionario compañero”.
Excelente hermano, que buen tino para describir con el verso y la prosa a Calufa, al héroe y defensor del pueblo y los trabajadores, en aquellas décadas de los años 30 y 40,muy dura pero gloriosa época contra el imperialismo yanqui.
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