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jueves, 30 de septiembre de 2010

RODRIGO GUTIÉRREZ un quijote que inspira

From: "Rogelio Cedeno Castro" To: opiniones@listserv.una.ac.cr Sent: Tue, 28 Sep 2010 09:24:20 -0600 Subject: [Opiniones-UNA] Rodrigo Gutiérrez o el desencanto de la izquierda.


Favor difundir el siguiente texto:

28 de septiembre de 2010. Ahora que con motivo del reciente deceso del doctor Rodrigo Gutiérrez Saénz, no puedo alejarlo de mi memoria, dado el inmenso recuerdo de su presencia y su generosidad inagotable de ciudadano ejemplar,de hombre a carta cabal y sin mezquindades,me encuentro con que Javier Solís nos ofrece estas páginas que son un digno tributo a su memoria y una fuerte llamada de atención a todos los que aun creemos en un mundo mejor y más solidario. Saludos RC.

RODRIGO GUTIÉRREZ O EL DESENCANTO DE LA IZQUIERDA Por Javier Solís Herrera.

Rodrigo Gutiérrez era un militante. Un soldado de trinchera. No parece haber sido un general estratega. Intentó primero arrastrar al partido Liberación Nacional hacia la causa popular. Desde el poder y con el control de todo el aparato estatal, ese partido ya a inicios de los 70, a sólo veinte años de su fundación, se había convertido en instrumento de enriquecimiento de la clase media que quería ser oligarquía. Pero Rodrigo no se detuvo en la lucha de facciones ni en los intentos por dividir, desde adentro al PLN. Ese intento perecieron Obregón, Rossi, Carazo, Solís, Corrales, Araya y algunos más. Algunos volvieron y recibieron su premio. Rodrigo Gutiérrez no. De la Secretaría General pasó directamente al grupo fundador del Partido Socialista Costarricense, el de la hormiga.

Se incorporó para siempre al sector político que se ha llamado “La Izquierda”, sin que esa incorporación haya sobrepasado el valor de hecho testimonial. Jugó el resto de su vida el papel de “personalidad”, útil para captar a los votantes de frontera, a los inconformes, a los críticos de Estados Unidos, a los eternos fundadores de movimientos alternativos y a algunos cuantos socialistas (utópicos) de verdad. En los juegos de poder y las estrategias proselitistas no contó prácticamente nada su cristalina transparencia, su generosidad sin límites, su austeridad ejemplar, su auténtica adhesión a un sistema político democrático superior, igualitario, libertario y solidario. Nunca se preocupó por el apellido de su militancia ni por las ortodoxias de manual. Se mostró en toda su integridad y toda su nobleza cuando, antes de 24 horas del triunfo de la Revolución Sandinista, abandonó todo en Costa Rica y se instaló en Nicaragua a servir como médico sin esperar el menor reconocimiento ni recibirlo.

En su condición de “testigo” fue candidato a la presidencia y luego fue diputado a la Asamblea Legislativa. Pero nunca tuvo poder porque las organizaciones de “La Izquierda” no compartían el poder en la conducción política, sólo algunas tareas de los “frentes de masas”. Durante tres décadas, Rodrigo Gutiérrez fue la mayor personalidad nacional aliada de “La Izquierda”. Se acaba de extinguir llevándose a la tumba el desencanto y la derrota irrecuperable de un movimiento político-social de protagonismo popular, surgido después de la guerra civil del 48 y del triunfo de la Revolución Cubana en 1960, en esta Arcadia tropical.

¿Por qué? Me pregunto. ¿Por qué un hombre del nivel científico de Rodrigo Gutiérrez, de su honestidad intelectual, de su sintonía pura con los sectores populares, de su capacidad de trabajo y de entrega, de su llaneza y humildad y de su disciplina y lealtad en el trabajo, no logró convertirse en catalizador o detonante de un nuevo movimiento político que fuera más allá de las maquinarias electoreras y clientelares que controlan la vida política nacional?

Enumero algunos de los elementos de respuesta a esa pregunta, a riesgo de recibir anatemas, pero quizá también de abrir un debate hasta ahora asfixiado por cortedad de miras, por ambiciones personales, por cálculo u oportunismo o simplemente por complicidad solapada con el proyecto reinante.

Digamos primero que es muy difícil caracterizar con un mínimo de propiedad el universo social que constituye La Izquierda. Estamos ante un fenómeno social de dimensiones mundiales. Prácticamente en todos los países se repite el mismo paradigma que señalo a continuación. Más difícil todavía si sustituimos “izquierda” por “progresismo”.

La Izquierda parece estar configurada, desigualmente: (1) por personalidades o pensadores de metodología marxista de análisis social, económico y político; (2) por los nostálgicos del derrotado esquema estalinista soviético y por los admiradores de la Revolución Cubana y de los proyectos en marcha en Venezuela, Bolivia y Ecuador; (3) por los opositores al Imperialismo Americano, que tiene mil formas; (4) por los críticos del modelo neoliberal de organización económica y su control del aparato del estado; (5) por los inconformes con la gestión gubernamental de los partidos en el poder; (5) por los preocupados por la corrupción campante y rampante en todos los nivel de la administración del estado; (6) por algunos jóvenes que hacen de la protesta y la oposición un meta en sí, sin estructura ni formulación; (7) por los defensores del ambiente de todos los pelambres. (8) A estas aglomeraciones habría que agregar a los que rechazan ser de “La Izquierda” y simplemente buscan desplazar a los partidos gobernantes para ocupar ellos su lugar, haciendo cambios para que todo siga igual, a lo Gatopardo.

Todo ese conglomerado multicolor y desintegrado carece, obviamente, de expresión política, de articulación teórica, y, sobre todo, de configuración orgánica. Como tal no tiene la más mínima posibilidad convertirse en una alternativa. ¿Por qué existe esta desintegración e inorganicidad?

Lo primero que me viene a la mente es la ausencia de una mente audaz, aguda, comprensiva en el sentido de abarcar todo, entregada y con capacidad de mando y del ejercicio del poder. Los liderazgos no son mágicos. No aparecen de la nada. Los produce la sociedad. Necesitan un vientre nutricio en el mismo proceso social. El ansia de protagonismo de algunos dirigentes provenientes de los viejos partidos “revolucionarios” de las décadas pasada se yergue hoy como un obstáculo para el surgimiento de de nuevos liderazgos. No falta quién crea que la historia la mueve Sor María Romero.

Lo segundo es la incapacidad de los pensadores, estrategas, intelectuales o dirigentes de esa “Izquierda” para armar la formulación de un proyecto político, cuyos componentes parecen flotar en todos esos ambientes y grupos sociales. ¿Será tan difícil ponerse de acuerdo sobre los criterios de selección? En todo caso “La Izquierda” no tiene proyecto. Sólo tiene oposición puntual a propuestas del neoliberalismo y mucha, pero mucha falta de estudio; de análisis; de conocimiento de las sociedades contemporáneas; de los aciertos irreversibles del capitalismo y de la sociedad de mercado; del protagonismo de nuevos colectivos sociales, más allá de la vieja clase obrera industrial de Europa y Estados Unidos; de los nuevos recursos y técnicas de administración, de gerencia, de organización empresarial y de capacitación para el trabajo, como lo viene exponiendo nuestro mejor sociólogo, Miguel Sobrado.

Lo tercero es la ilusión de convertirse en fuerza política, más que movimiento, fuerza, en medio de la anarquía, la dispersión, los celos, las divisiones sobre divisiones, las ocurrencias, la espontaneidad, el mesianismo, la atomización y la improvisación. En el mundo nunca ha habido cambios sociales sin organización, sin distribución de tareas, sin líneas de mando, sin objetivos, sin metas, sin plazos. En la sociedad humana, la unión de elementos dispersos -catálisis- produce sinergia: una fuerza cualitativamente nueva, que no es la simple suma de los elementos originales.

¡Adiós, Rodrigo Gutiérrez, también yo soy de tus enterradores! Ya no serás nuestro Liber Seregni. ______________________________ Firma responsable: Rogelio Cedeño Castro, profesor de la Escuela de Sociología de la UNA y Secretario de Educación del SITUN.

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martes, 7 de septiembre de 2010

Historiador recupera memoria de un mecánico comunista

Katzy O`neal Coto, Periodista Oficina de Divulgación e Información


Tomado de http://www.ucr.ac.cr/noticias/2010/09/06/historiador-recupera-memoria-de-un-mecanico-comunista.html

katzy.onealcoto@ucr.ac.cr





Kathia Braña, nieta de Adolfo Braña: “Esto es un homenaje póstumo al abuelo por todo su sacrifico en la lucha en Costa Rica, en Asturias, en Francia y en los campos de trabajo forzado nazis” (foto Jorge Carvajal).

El libro Cuenta Braña. Un mecánico comunista en la Europa Nazi, una obra compilada por el historiador M.Sc. Iván Molina Jiménez y basada en un escrito de uno de los grandes escritores costarricenses, Carlos Luis Fallas Sibaja (Calufa) salió a la luz después de permanecer más de 60 años en el olvido.

El libro recoge una crónica escrita por Calufa en el año 1946 sobre la vida de Adolfo Braña un inmigrante español que vivió la Guerra Civil Española y durante la Segunda Guerra Mundial fue capturado por los nazis y puesto en un campo de trabajos forzosos por 5 años.

Braña nacido en 1891 en una aldea de pescadores en Asturias, trabajó en la marina mercante y participó en las primeras luchas gremiales por mejorar las condiciones de salario y de trabajo, las circunstancias lo trajeron a Costa Rica en 1922 donde se involucró con el Partido Comunista y prosperó su descendencia.



Trino Barrantes Araya, profesor de la Sede de Occidente comentó el libro y la M.Sc. Dora Cerdas Bokhan, presidenta de la EUNA fungió como moderadora (foto Jorge Carvajal).

Hasta la fecha las historias de Braña y sus vivencias sólo habían sido el centro de las reuniones familiares de los domingos en Heredia y se conservaban tan solo en la memoria de sus hijos y nietos, con este libro algunas de sus memorias vuelven a la vida.

El camino hasta Braña

Investigando para hacer un estudio sobre la cultura impresa del partido comunista, el historiador e investigador de la Universidad de Costa Rica Iván Molina Jiménez se encontró con esta crónica en el periódico Trabajo del Partido Comunista de Costa Rica, e inmediatamente quedó fascinado al ver el potencial de este texto y del mismo Braña un comunista que luchó toda la vida.



Iván Molina Jiménez considera que hay una serie de militantes comunistas sobre los que valdría la pena investigar (foto Jorge Carvajal).

A su juicio Calufa también vio el potencial de Braña y su intención fue producir un folleto o libro sobre este personaje, sin embargo, los acontecimientos que ocurrían en Costa Rica y que desembocaron en la Guerra de 1948 le impedirían culminar ese trabajo.

El autor sostiene que la publicación de esta crónica permite recuperar un relato desconocido de uno de los principales escritores costarricenses del siglo XX y aproximarse a una cultura comunista de 1930 y 1940 que encontró en el rescate de las experiencias de lucha de los trabajadores un medio para fortalecer su identidad.

El libro Cuenta Braña. Un mecánico comunista en la Europa Nazi fue publicado por la editorial de la Universidad Nacional en julio de 2010. Fue presentado el 31 de agosto en la Feria del Libro en Centroamérica en la Antigua Aduana.





La familia Braña se reunió en la Antigua Aduana para la presentación del libro, actividad a la que asistió gran cantidad de público (foto Jorge Carvajal).

miércoles, 16 de junio de 2010

En Carrillo Guanacaste se sigue reconstruyendo el mito

En Carrillo Guanacaste se sigue reconstruyendo el mito y la añoranza por un socialcristianismo ocupado por las causas sociales.


RECOLECTAN FIRMAS PARA QUE CALDERÓN ESTÉ EN BILLETES
Gerardo Ruiz Ramón
Tomado de http://www.diarioextra.com/2010/junio/15/nacionales04.php




gruiz@diarioextra.com

Un grupo de ciudadanos de Carrillo en Guanacaste tomó la iniciativa y recolectar firmas en respaldo a la solicitud de que la imagen de Rafael Ángel Calderón esté en la nueva emisión de billetes que lanzará el Banco Central de Costa Rica.

El Consejo Civil de Carrillo, Guanacaste, se dio a la tarea de recolectar la mayor cantidad posible de firmas con el fin de presionar al Banco Central de Costa Rica para que incluya la imagen del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia en la nueva emisión de billetes que está pronta a circular.

Carlos Chanto, miembro del Consejo Civil, informó que el grupo ya ha logrado obtener 700 firmas en una semana de búsqueda.

Chanto indicó que las firmas recogidas serán enviadas a la presidenta de la República, Laura Chinchilla y a las autoridades del Banco Central para que tomen en consideración la opinión popular sobre el tema.

DON PEPE SÍ ESTÁ

El Banco Central anunció que los nuevos billetes de ¢1 mil, ¢2 mil, ¢5 mil, ¢10 mil. ¢20 mil y ¢50 mil serán adornados con las imágenes de personajes históricos de la política y la cultura costarricense.

Entre los escogidos están la escritora Carmen Lyra y el ex presidente José Figueres Ferrer.

Los 6 diputados de la Unidad Social Cristiana (PUSC), reclamaron por la ausencia de Calderón Guardia, a quien denominan como el “gran reformador social” de Costa Rica.

Pese a las cartas enviadas a la presidenta Laura Chinchilla y al hasta ayer presidente del Banco Central, Francisco de Paula Gutiérrez, los socialcristianos no lograron incluir a Calderón Guardia en la lista.

El médico y ex presidente de la República impulsó normas como el Código de Trabajo y las garantías sociales.

Calderón jugó un papel fundamental durante la Revolución de 1948, cuando el Parlamento y el presidente Teodoro Picado anularon las elecciones presidenciales en las que el médico había enfrentado a Otilio Ulate. La semana pasada se celebraron 40 años de su fallecimiento en San José.


Los legisladores del PUSC alegan que la ausencia de Calderón Guardia de la nueva emisión monetaria se debe a criterios políticos, aunque el Banco Central desmiente tal argumento

miércoles, 5 de mayo de 2010

Recuperando el mito, quieren billetes con rosto de Calderón Guardia

Reproducimos un artículo periodístico que da cuenta de las intenciones del Partido Unidad de recuperar el mito de Calderón Guardia en los billetes. La iniciativa es interesante pues desde 1990 ese partido al adoptar los principios de la doctrina social de mercado y el denominado fascismo de mercado se había encargado de matar el mito de un socialcristianismo humano e interesado en las causas sociales.


Hoy que ese partido trata de reinventar mitos ojala recupere la utopía de una sociedad democrática, inclusiva y justa en su desarrollo.


Que los mitos sociales se reinventen con utopías igualmente sociales y se destierre el fascismo de mercado que tanto daño le ha hecho a Costa Rica.




QUIEREN BILLETES CON ROSTRO DE CALDERÓN


Gerardo Ruiz Ramón

gruiz@diarioextra.com



Tomado de http://www.diarioextra.com/2010/mayo/05/nacionales10.php



Los diputados del PUSC esperan que el Banco Central haga una nueva emisión de billetes en los que se incluya la imagen del Dr. Calderón Guardia, líder del socialcristianismo.

La fracción de la Unidad Social Cristiana (PUSC) envió una carta al gerente del Banco Central de Costa Rica (BCCR), Roy González, y a la presidenta electa, Laura Chinchilla, para que la imagen de Rafael Ángel Calderón Guardia figure en alguno de los nuevos billetes que empezarán a circular en varias semanas.

“Nos provoca alegría que en los nuevos billetes de diez mil y veinte mil colones aparezcan las figuras de ‘Carmen Lyra’ y de don José Figueres Ferrer”, se lee en la carta.



Pero, líneas adelante, los rojiazules reclaman por la ausencia de su líder ideológico “No entendemos cómo se obvió otra figura de la época, la del Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia, quien pasó a la historia como el Gran Reformador Social de nuestro país”.



JUSTICIA

Según los legisladores del PUSC, varios historiadores y politólogos han dicho que las políticas sociales costarricenses serían muy distintas si no se tomara en cuenta la obra de Calderón Guardia.



“Con respeto y con vehemencia solicitamos ordene al menor plazo posible la emisión de una serie de billetes incorporando la figura del Ex presidente, Benemérito de la Patria y Gran Reformador Social”, concluye la carta.



Luis Fishman, diputado del PUSC, calificó como un error la omisión de Calderón Guardia.



“Tanto don Pepe como don Rafael Ángel hicieron grandes reformas sociales que merecen ser destacadas en la nueva emisión de billetes. No es elegante, de parte del actual gobierno, dejar por fuera al Doctor. Los costarricenses tienen conciencia de que en el siglo XX hubo dos grandes personajes en este país. No pueden poner uno sobre el otro”, reclamó.



El legislador agregó que esperan una pronta respuesta por parte de las autoridades del BCCR que sea positiva para las intenciones del PUSC.

domingo, 7 de marzo de 2010

La muerte de María Alejandra Calderón Fournier en gráficas

Algunas gráficas sobre la muerte de una calderocomunista.  Tal vez este material rescate a una figura silenciada por propios y extraños.




































































































Mas información sobre Alejandra  Calderón Fournier

http://calderocomunismo.blogspot.com/2010/02/la-vida-de-alejandra-calderon-fournier.html


http://calderocomunismo.blogspot.com/2010/02/maria-alejandra-calderon-fournier-1954.html


http://picasaweb.google.com/jmarincr/Calderocomunismo?authkey=Gv1sRgCPDg44KQ-L6Beg#


Palabras claves
caldero-comunismo; caldero comunismo; mariachis,

domingo, 28 de febrero de 2010

100 años de “Calufa”


Una nueva estampilla salió a la el 2 de mayo del 2005 (http://www.aldia.cr/ad_ee/2009/mayo/02/nacionales1939549.html) , en homenaje al reconocido escritor nacional Carlos Luis Fallas, recordado por obras como “Marcos Ramírez”, “Mamita Yunai” y “Gentes y Gentecillas”. El autor costarricense nació en Alajuela el 21 de enero de 1909. “Calufa” recibió el Premio La Novela Iberoamericana por su libro “Marcos Ramírez” y el 11 de abril de 1966 la Dirección de Artes y Letras le otorgó el Premio Nacional de Cultura “Magón”. El valor facial de cada estampilla es de ¢150. Cada pliego está formado por seis sellos. También se confeccionaron mil sobres del Primer Día, que también cuentan con una ilustración del libro “Marcos Ramírez”, con un valor de ¢1.100.

El periódico Al Día, parte de la empresa conservadora “La Nación” invisibilizó en la noticia el papel de "Calufa" como una de las figuras más emblemáticas de la historia social costarricense, rescatando solo su faceta como escritor.


La invisibilización de los héroes sociales en los medios de comunicación social y en el sistema educativo costarricense ha sido uno de los motivos que las figuras como Calufa sean rescatados por la memoria de los sectores populares.

Parodiando la canción del partido comunista se puede decir que Calufa

"Pudo morir como nació, sabedlo, puro sencillo y optimista; de pie sobre la tierra, como un árbol en las filas del partido comunista.

Siempre abrió sobre la tarde su ventana y se sintió un diestro paisajista, oh! que bello fue pintar para la vida, pintar para el partido comunista.

Aquel que amasa sangre entre las nubes, el criminal, el sádico, el guerrista, será aplastado en el mañana limpio, por el limpio partido comunista.

No quiso que su sangre fluyera fácil, siempre y a la primera vista, el no pudo equivocarse compañeros su amor fue el partido comunista.

Pudo morir como nació. Puro sencillo y optimista, de pie sobre la tierra como un árbol en las filas del partido comunista".


Vigencia de la vida y obra de Carlos Luis Fallas


Fuente: http://informa-tico.com/index.php?scc=articulo&edicion=20090121&ref=21-01-09060007

Es bien sabido en la crítica literaria que la vida no determina la obra de un escritor. El autor no tiene nada que ver con el texto. Y sin embargo, mucho, más de lo que uno se imagina. Porque también es sabido, por quienes ejercemos este oficio, que no hay obra literaria donde no se plasme, de una u otra forma, la biografía del autor. Por supuesto, los rasgos biográficos son encubiertos por los recursos literarios de tal manera que se desdoblan en diferentes personajes, acciones o imágenes. Es lo que los críticos contemporáneos definen como la difracción poética, o artística.
Adriano Corrales Arias*
"Con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar"
José Martí.



En el caso de Carlos Luis Fallas Sibaja (1909-1966), mejor conocido como Calufa, cuyo centenario de nacimiento celebramos este miércoles 21 de enero, la relación anterior se torna más compleja. Porque Carlos Luis Fallas fue más que un escritor. Mejor dicho, no fue el escritor profesional al que todos aspiramos, sino un militante político que hubo de ganarse la vida en diferentes oficios (zapatero, peón campesino, trabajador bananero, ferrocarrilero, albañil, etc.) y que terminó siendo el gran escritor que hoy todos reconocemos. En otras palabras, su actividad vital tuvo tres grandes frentes: el militante, dirigente político y sindical que hubo de improvisarse como jefe miliar; el asalariado y desocupado; y el escritor nacido por vocación periodística y de cronista.

Salvo algún historiador que insiste por allí en negarle valor literario a la obra de Fallas Sibaja, en general la crítica nacional y de más allá, coincide en los méritos de la narrativa de un escritor que no se lo creía. Joaquín Gutiérrez nos contaba que "Calufa" no se llevaba bien con los intelectuales, es decir con escritores o artistas que habían hecho carrera académica, aunque, en algunos casos, los leía y admiraba. Cuando se le comentaba algún aspecto teórico o estético acerca de la literatura o el arte espetaba: "a mí no me gustan esas carajadas intelectuales".

Pero, regresando al asunto de la calidad literaria de su obra, no hay duda de que un escritor cuya opera prima sea Mamita Yunai (1941) puede ya darse por satisfecho. Es que esa novela, procedente de un informe político al partido y de un reportaje periodístico, y gracias a la lectura de esa gran intelectual conocida como Carmen Lyra (María Isabel Carvajal), deviene en la gran novela social del siglo XX en Costa Rica. Pero va más allá: se convierte en la epopeya que identifica a la clase trabajadora luchando por sus derechos ante la empresa transnacional del imperio. Ello sin perder categoría estética a través de un lenguaje popular pero bien elaborado, por tanto poético.

Si releemos sus Gentes y gentecillas (1947) o Mi Madrina (1950) encontraremos los rasgos más significativos de lo "costarricense" en personajes y lenguajes procedentes de la plaza pública, es decir, de los sectores populares, que son, en definitiva, los que le otorgan base a las identidades de un pueblo y una nación. En ese sentido Fallas Sibaja supera el costumbrismo y la mimesis de un realismo trasnochado. Con su Marcos Ramírez (Aventuras de un muchacho) (1952) definitivamente se instala en la galería de los grandes personajes de nuestra literatura. Por ese texto muchos lo han señalado como nuestro Mark Twain. La picaresca popular le da vida a un personaje alajuelense que, por esa misma condición, deviene en un personaje nacional y universal. Y para remachar después de su muerte nos deja los Tres cuentos (1967) suficiente para pasar al mejor repertorio de la narrativa nacional. El vigor y la precisión narrativa del cuento Barreteros bastaría para considerarle como un gran cuentista. Por último, nos dejó una crónica que aún está por editarse y reconsiderarse, sobre el asesinato del campesino Gil Tablada en Guanacaste. Y sus discursos, de los cuales no me ocupo ahora por carencia de espacio.

En cuanto a su vida de luchador social, político y militar, recordemos algunos de sus rasgos y démosle contexto respecto de nuestros días: En 1931 se funda el partido Comunista en el cual se alista el joven Calufa con apenas 22 años. No hay duda de que dicha organización política, a pesar de sus desviaciones y dependencia de criterios internacionales, jugó un papel de suma importancia para la consecución de los derechos laborales, sindicales y de soberanía que hoy disfrutamos. Justamente ante la contrarreforma neoliberal, hoy precisamos de una nueva organización política que reivindique y defienda esos derechos y despliegue una plataforma nacional con un proyecto de país más inclusivo y solidario.

Recordemos que la fundación del Partido Comunista Costarricense se da en el marco de una crisis general del capitalismo conocida como la Gran Depresión del 29. En Costa Rica la tasa de desempleo aumentó entonces. Calufa organizó marchas de desocupados pues él mismo arrastraba esa condición como zapatero que fue. Hoy día, la crisis se cierne sobre el sistema capitalista transnacional amenazando la estabilidad social y política en nuestros países y en la misma metrópoli imperial. La organización y movilización popular será indispensable.

En 1934 le encontramos en el Caribe organizando a los trabajadores bananeros para mejorar sus condiciones de vida. La tristemente célebre United Fruit Company y el gobierno de Ricardo Jiménez se oponen a las demandas de los trabajadores. Se inicia entonces la Gran Huelga que se prolonga por tres severos meses. Los trabajadores se agrupan en torno al partido pues no poseían sindicatos, la misma huelga gana ese derecho entre otros de índole laboral y sanitaria. Queda demostrada la necesidad de la lucha organizada de los trabajadores porque las clases dominantes y las empresas transnacionales no ceden ni regalan nada. Hoy, luego de la pírrica victoria de los sectores hegemónicos a través del fraude para imponernos un TLC con Estados Unidos, el ejemplo de aquellos trabajadores y de Calufa es un referente histórico para los desafíos que nuestro pueblo habrá de afrontar.

En 1940 se inicia la Segunda Guerra Mundial (hoy dichas guerras se realizan localmente: Afganistán, Irak, Gaza, etc., para no hablar de las intervenciones del imperio en América Latina). En ese período la gran alianza obrera con un sector de la oligarquía y la iglesia católica permite la aprobación de las reformas sociales que generan la creación de la Caja Costarricense de Seguro Social, el Código de Trabajo, Las Garantías Sociales, La ley de casas baratas, el impuesto sobre la renta y la creación de la Universidad de Costa Rica. Carlos Luis Fallas luchó tenazmente como regidor municipal en Alajuela, y luego como diputado nacional, por esas conquistas.

En 1948, como el mismo Calufa lo dice en su autobiografía, se improvisó como jefe militar de las tropas gobiernistas y de su respetada columna de "linieros" del sur. Luego de la derrota militar, que no política, es encerrado en la Penitenciaría Central donde casi es fusilado si no es por la denuncia nacional y la solidaridad internacional. Ojala que nuestro país no tenga que llegar de nuevo a un enfrentamiento bélico para dirimir sus diferencias. Pero si se nos impone una disyuntiva como ésa, deberemos recurrir al espíritu de lucha de Carlos Luis Fallas, insigne trabajador, político, ciudadano y escritor.


Adriano Corrales Arias*

 *Escritor costarricense. Tomado de http://www.informa-tico.com/index.php?scc=articulo&edicion=20090121&ref=21-01-09060007

martes, 23 de febrero de 2010

Ataque al calderocomunismo usando el 11 de abril

Idas y vueltas El día de la muerte de Juan Santamaría ha sufrido interpretaciones muy distintas
David Díaz Arias | david.diaz@ucr.ac.cr
Tomado de http://www.nacion.com/ancora/2009/abril/12/ancora1927340.html



El 11 de abril de 1980, un editorial de La Nación sostenía: “La batalla de Rivas de 1856 viene siendo conmemorada en forma ininterrumpida durante los últimos 124 años, como expresión de la libertad y la independencia centroamericanas y en particular de Costa Rica”.


Sin embargo, aquel artículo calculó mal el tiempo. Las conmemoraciones del 11 de abril en honor de la batalla Rivas y la fiesta de recuerdo del héroe nacional Juan Santamaría no nacieron en forma inmediata al finalizar la guerra en contra de los filibusteros.

Origen. El decreto que hizo obligatorio, feriado y festivo el 11 de abril, se dictó en 1915, mientras que la primera celebración que ocupó a Alajuela en ese día y la convirtió en el centro de atención por parte de la prensa nacional, ocurrió un año después (1916).

A partir de entonces, la fiesta en honor del tambor alajuelense aumentó en proporción y actividades, y –junto al 15 de septiembre– se transformó en la principal fiesta cívica del calendario civil de Costa Rica.

Como no podía ser de otra manera, Alajuela acaparó entonces la atención pública. La ciudad incluso fue interpretada según un cierto orden histórico por efecto de la celebración.

Así, la apertura de un desfile que comenzaba en la Plaza de la Agonía y terminaba en el Parque Juan Santamaría se volvió el rito oficial que cada año realizaban los costarricenses para iniciar las fiestas del 11 de abril. El otro lugar de parada obligatoria en el camino era la “casa donde nació y vivió” Santamaría.

Muy pronto, en un contexto de creciente participación y organización laborales, el 11 de abril fue apropiado por diferentes grupos sociales. De tal modo, ese día comenzó a utilizarse para realizar una crítica al poder político. En 1931, el Partido Comunista se convirtió en el principal abanderado de esa visión.

La interpretación comunista giró en torno de tres ejes: 1) el país era traicionado por sus dirigentes políticos; 2) por esas circunstancias, la celebración del héroe nacional era solo una mascarada de los políticos tradicionales para ocultar sus verdaderas intenciones; 3) los filibusteros, deseosos de esclavizar la región ayer, se habían transformado en la compañía bananera que explotaba a los trabajadores en el Caribe costarricense.

En los primeros años de la complicada década de 1940, el gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia contó con la ayuda de una parte de la prensa para identificar la reforma social (1940-1943) como un hito histórico que se encontraba entre los pilares de la historia de Costa Rica, a la par de la Campaña Nacional de 1856-1857.

Lo más interesante en ese sentido es que, después de 1943, cuando se oficializó la unidad entre comunistas y calderonistas, los opositores al “calderocomunismo” comenzaron a criticar al gobierno en las celebraciones del 11 de abril haciendo uso de los mismos argumentos que manifestó el Partido Comunista en la década de 1930.

Lo que se produjo entonces fue una lucha pública en la interpretación de la figura del héroe. Este enfrentamiento tendió a agudizarse en 1946 y se calentó al máximo en la celebración de abril de 1947, cuando opositores y simpatizantes del gobierno se enfrentaron a garrotazos en Alajuela.

Lo que vino después de 1948, y hasta 1955, puede ser interpretado como un paréntesis en el proceso de construcción de la fiesta de Santamaría. En esos años, los ganadores de la guerra civil de 1948 intentaron ofrecer un nuevo escenario nacional con sus propios héroes y hasta con nuevas celebraciones.

Así, se intentó utilizar el 11 de abril para conmemorar la toma de Limón por parte de la Legión Caribe en 1948. La invasión calderonista al país en 1955 terminó de cerrar ese círculo del recuerdo al transformar la hacienda de Santa Rosa en un espacio de la memoria ya no sólo de 1856, sino de la lucha entre calderonistas y liberacionistas.

De forma tajante, la celebración del centenario de la Campaña Nacional en 1956 detuvo este tipo de interpretación, volvió a presentar el 11 de abril como una fiesta nacional y recuperó la diversidad de contenidos interpretativos del pasado junto a la visión oficial.

Crítica, continuidad y ¿desaparición? Una segunda etapa de la fiesta se ubica entre 1956 y 1979. Esta fase se caracteriza por la ampliación de la participación de los escolares y colegiales en las celebraciones, y por la apropiación que muchos grupos juveniles y políticos hicieron del recuerdo de la quema del Mesón.

En esencia, en ese periodo, quienes reclamaron para sí el sacrificio del Erizo en Rivas fueron grupos de izquierda o cercanos a ella en su crítica contra el poder de los Estados Unidos.

Por su parte, desde la oficialidad, las respuestas se seguirán basando en el consenso sobre el Estado de derecho, el respeto a la autoridad y a la continuidad democrática de la historia costarricense.

De hecho, en el segundo lustro de la década de 1970 se realizará una asociación entre dicha visión de la historia del país y las metas del futuro. Se descartarán las transformaciones bruscas y las luchas bélicas, y se pondrá la fe en el continuismo.

Entre 1979 y 1990 se produjo una nueva etapa en la interpretación del pasado que involucraba la fiesta del 11 de abril. A una visión antiimperialista que incluso afirmó haber encontrado los huesos de Santamaría en Nicaragua (fue una patraña), la sucedió otra a partir de 1983.

De acuerdo con esa nueva interpretación, los sandinistas, en Nicaragua, eran los nuevos filibusteros. Además, la Unión Soviética fue catalogada de potencia en vías de expansión y de asedio sobre Centroamérica, similar al filibusterismo de William Walker.

En los siguientes años, conforme se intensificó la guerra en Centroamérica y se intentaron las primeras conversaciones de paz, la fiesta del 11 de abril se utilizó para expresar discursos de pacifismo. Tal visión será fundamental en las celebraciones durante el primer mandato de Óscar Arias (1986-1990).

Esto nos conduce al último periodo de la fiesta, que podemos ubicar entre 1990 y el 2005. En este periodo, se creó la Feria del Erizo, pero la prensa nacional también empezó a hablar de un decaimiento en el civismo.

Como “ofensiva”, se produjeron llamados a la regulación de la vestimenta y de la música que percibían en los desfiles del 11 de abril. Esa “ofensiva” terminó con la difusión de un Manual de celebraciones patrias por parte del Ministerio de Educación Pública.

Sin embargo, esa estrategia no tuvo el impacto previsto. Sorpresivamente, el fallo no estuvo en los actores de la celebración (niños, maestros y padres de familia), quienes siguieron participando activamente y con patriotismo. El error provino de una regulación legislativa que en el 2005 cambió la fiesta del 11 de abril al lunes próximo a su celebración.

Esa postergación desarticuló la fiesta ya tradicional y volvió complicada su repetición cada año. Desde entonces, el futuro de la conmemoración de la figura de Juan Santamaría se encuentra en entre-dicho.

EL AUTOR ES PROFESOR DE HISTORIA EN LA UCR.

El poder de los mitos. La investigación histórica restaura la verdad

El poder de los mitos.  La investigación histórica restaura la verdad

Manuel Formoso
Tomado de http://www.nacion.com/ln_ee/2002/octubre/03/opinion3.html




El poder de los mitos es extraordinario para enmascarar la verdad, sobre todo en ciertas esferas donde priva más la pasión que la racionalidad. Por eso se suele decir que no vale la pena discutir sobre religión, política o futbol porque será casi imposible ponerse de acuerdo y fácilmente se termina en pleito. Por ejemplo, por siglos el mito de Adán y Eva, naciendo ella de una de sus costillas, se tuvo como una verdad irrefutable hasta que llegaron Darwin, los paleontólogos y la genética con el ADN.

Por eso agradezco la forma gentil e inteligente en que don Eladio Jara ha reaccionado ante un artículo mío sobre los mitos del 48, aparecido en esta misma página. Argumenta don Eladio que me faltó información fidedigna, y tal vez, sin proponérselo, puso el dedo en la llaga. Justamente el poder de los mitos nace de la ausencia de información correcta acerca de una realidad, histórica en este caso, que nos lleva a tomar aquello que se propala insistentemente como verdades incuestionables, aunque carezcan de fundamento.

Rigurosos estudios. Los que vivimos la década de 1940 sabemos que fueron tumultuosos, llenos de trascendentales cambios sociales, con violencia por ambas partes, enfrentadas en un clima de gran exaltación. Sin embargo, con el paso de los años, gente joven y con excelente preparación para la investigación histórica, ha llegado en sus rigurosos estudios a conclusiones radicalmente opuestas a las verdades incuestionables que impusieron los vencedores, porque hoy desnudas de pasión e irracionalidad, lucen como simples mitos.

Ignoro si don Eladio ha tenido la oportunidad de leer, además de las Memorias de don Teodoro Picado (Euned, 2001), el excelente trabajo de don Iván Molina acerca de las elecciones del 44 y el 48 (Cuadernos de Flacso, N.° 20, octubre 2001) en el cual, tras una brillante investigación, llega a la conclusión de que don León Cortés no tenía el caudal de votos que siempre se había creído, porque estaba debilitado por divisiones políticas y por haberse convertido en el candidato de los ricos, que querían traerse abajo las reformas sociales, recién aprobadas en la Administración Calderón Guardia. Por el contrario, don Teodoro Picado, tras una larga y exitosa campaña electoral, recorriendo todo el territorio nacional a caballo (véase testimonio de F. Soto Harrison, jefe de acción que lo acompañó en Que pasó en los años 40, Euned 1995) había recibido el apoyo masivo de trabajadores, maestros y de la mayoría de intelectuales que veían en él al continuador del doctor Calderón Guardia, ganador de las anteriores elecciones por una abrumadora mayoría. También es muy interesante el análisis que hace don Iván del gran caudal político que el Partido Republicano Nacional mantuvo desde 1932 con don Ricardo Jiménez, luego con don León Cortés, agrandado por Calderón Guardia hasta verterse en 1944 en favor de don Teodoro Picado.

Fraude innecesario. Desgraciadamente sí se dio un fraude en las elecciones de 1944, totalmente innecesario, que manchó la legítima elección que debió haber tenido don Teodoro; la poderosa intervención de los Estados Unidos, en plena guerra mundial contra el fascismo y nazismo, ante el Secretario de Estado en la Cartera de Gobernación, para informarle que de ninguna manera se permitiría la llegada a la Presidencia de la República de Costa Rica a un hombre de inclinaciones nazistas, como creían los norteamericanos que era don León Cortés, llevó al alto funcionario a cumplir –con exceso– lo pedido por sus poderosos amigos y desgració para largo rato el brillante gobierno que hizo el licenciado Picado.

En cuanto a la elección de 1948, en que se disputaron la presidencia de la república el doctor Calderón Guardia y don Otilio Ulate, lo trataré en próximo artículo por falta de espacio pues fueron muchas las irregularidades habidas e ineficaz el escrutinio del Tribunal Nacional Electoral. En relación con el tercer mito, caballerosamente don Eladio Jara acepta que podría no ser verdad que don Teodoro fuera alcohólico, sino una mentira producto de la invención de sus enemigos políticos. Es de esperar que algún día estos mitos acaben de despejase para que se reconozca el gran valor personal y cultural que tuvo el licenciado Picado, uno de los mejores presidentes que tuvo Costa Rica en el siglo XX.

lunes, 22 de febrero de 2010

Joaquín García Monge, Ante el Monumento Nacional

Ante el Monumento Nacional

Joaquín García Monge, Costa Rica 1881-1958

 

Repertorio Americano 3:29, 1921

San José de Costa Rica,

15 de setiembre 1921


A la memoria de Juan Rafael Mora, víctima de la "perversa política costarricense", como él certeramente la calificó antes de morir.
Presidente despierto de Costa Rica, y Libertador de Centro América, en los años memorables del [18]56-57. Militares a sueldo de la obligarquía capitalista costarriqueña, ignominiosamente lo fusilaron en Puntarenas, Costa Rica, el 30 de setiembre de 1860. Por supuesto, ahora tiene estatua.
Jóvenes estudiantes:
Como un testimonio de la gratitud nacional, erigióse un día este Monumento a los inmortales que en los gloriosos del 56 estuvieron resueltos a no consentir opresiones extrañas en tierras de Centro América, a vivir y a hablar por su cuenta y riesgo, en su propio nombre, de conformidad con las altas normas y el ejemplo de los augustos fundadores de estas patrias. Lo erigieron los mayores para perpetuar en el bronce las ínclitas hazañas de los elegidos y con ello inscribir excelsamente la perdurable lección que sirviera de ejemplo y estímulo a las futuras generaciones. Que los pueblos previsores y magnánimos recurren a los mármoles y a los bronces para simbolizar en ellos fechas memorables, y así ponerlas a salvo de olvidos o injusticias, o como columnas miliares a lo largo de la vida, para recordarles a los que vienen que no son hijos de las peñas, que tienen precursores admirables e ilustres y una tradición estimable que conocer, respetar y proseguir.
A estos monumentos se concurre en horas solemnes como la presente, a renovar la fe en los destinos de la Patria, a buscar inspiración y luces, enseñanzas y estímulos para continuar la ruta emprendida, en alto la cabeza y regocijado el corazón.
Lo erigieron los mayores para enseñarnos cómo se defiende con fiereza el suelo nativo, que da el sustento y la libertad; cómo es bueno morir, y se sabe morir sin cobardías, por causas dignas, cuando la injusticia y la opresión amenazan el decoro de la Patria; cómo pelean con audacia los pueblos que quieren darse patria, patria grande, y libertad; no en el aislamiento sino juntos, unos en las horas de peligro, unos en las esperanzas y los regocijos, unos en las tendencias hacia ulteriores y más halagüeñas realidades. Ayer los cinco pueblos de Centro América, mañana todos los del Continente hispano; porque vamos hacia la América Una, según la trayectoria espiritual de los homagnos y videntes de estas patrias nos han descrito y que sólo cierta ceguera nos impide verla. Con lo que también quisieron enseñarnos que la patria es obra de concordia, de cooperación y simpatía, que los hijos unidos hacen la patria superior con que los buenos soñaron. Con lo cual también quisieron decirnos que las guerras intestinas conspiran contra la integridad moral y territorial de la Patria y le abren la puerta a los extraños, que se aprovechan de nuestras debilidades y rencores; que nada es más funesto para una comunidad que las oligarquías vanidosas y ambiciosillas que convierten el gobierno en un bien privado y no en lo que debe ser, un bien público; y anteponen sus egoísmos repugnantes y sin escrúpulos a la suerte misma de la Patria. Con lo que también se indica a vuestros profesores que el risueño ideal de servicio, de ser útil a los demás, de cooperar, es la primera de las lecciones morales que ellos deben daros, jóvenes estudiantes.
Lo erigieron los mayores para advertirnos que la libertad hay que conquistarla y reconquistarla continuamente, que sólo se pierden los pueblos que se cansan de ser libres; porque si importa saber cómo fuimos libres, importa más saber cómo conservarnos libres, cómo mantener en asta firme la enseña de los libertadores: el problema que ellos resolvieron en el 56 sigue siendo nuestro problema. Para advertirnos que no basta haber heredado de nuestros abuelos la tierra que fue de ellos, sino conservar y cuidar la que será de nuestros hijos: porque los viejos supieron que uno de los ineludibles deberes del hombre y del ciudadano es la conservación, a todo trance, del suelo nativo; sin él no hay libertad económica y sin esta no hay soberanía posible. La tierra es la que sustenta a hombres libres. Los pueblos que venden sus tierras porque ya no quieren, no pueden o no saben cultivarlas con estudio y cariño, de propietarios se tornan inquilinos. Es digna de la escultura esta previsora y saludable advertencia del profeta Martí a sus pueblos de América: El suelo es la única propiedad plena del hombre y tesoro común que a todos iguala, por lo que para la dicha de la persona y la calma pública, no se ha de ceder, ni fiar a otro, ni hipotecar jamás
Enseña el Monumento que Centro América y la América entera, abiertas a los intereses de la civilización occidental, no se alzaron de las aguas para convertirse en factorías de los pueblos mercaderes y codiciosos, sino tierra de libertad para humanidades ansiosas de mejorar su vida y no tan solo de hacer negocios más o menos lucrativos, o de explotar nuestros recursos naturales; para gentes que vengan a construir sinceramente la patria de la nueva cultura, del hombre nuevo, que funda su prestigio y su decoro en vivir según las imperecederas normas de la justicia, la libertad, la belleza y la verdad.
Este Monumento rememora sucesos que le dan a Costa Rica, a Centro América, un sentido internacional en el Continente; que dicen cómo en días inolvidables los nuestros hablaron en su historia de pueblos pequeños y se crearon la conciencia de un cargo que cumplir en los destinos de nuestra América. Porque el buen suceso de la lucha contra el plan siniestro de Walker y de los mercaderes a él asociados, -si es que fue el de convertir a Centro América en una agencia de esclavos negros- en cierto modo desvió la iniquidad, que al extenderse, habría degradado a nuestra América, destinada por la Historia a empresas superiores de cultura. No se hizo la América para traficantes de esclavos.
Como se ve, no están desligados los sucesos históricos, que los pueblos chicos influyen a su vez en la suerte de los mayores. Sintamos, por lo mismo, la conciencia de que en estas tierras se han decidido y se decidirán acontecimientos de la Historia que tienen resonancias continentales. Así es la patria cuando se la comprende de veras, un estado de alma, de cultura, un estado de conciencia superior, conciencia de que se tiene una función y un valor, de que como hombres y como pueblos, hemos venido a este mundo a hacer algo que valga la pena. No en balde se dan patria los hombres, que se la dan para crear y crecer. Se habla de una conciencia nacional: pues bien, nada más difícil de adquirir que eso, que es mucho más que los meros instintos territoriales de un pueblo. Afortunados los países que en los fastos de sus progenitores, los nuevos hallan qué admirar e imitar. De tal admiración consciente les brota de las entrañas como un manantial de fuerzas espirituales fecundas que los hace verse más altos. En cambio, qué estéril y qué triste es la vida de los pueblos que padecen incuria, que ignoran lo que valieron sus precursores, que apenas si se dan cuenta de la indiferencia que va pagando en ellos sus ideales y entusiasmos. Se esculpieron en bronce las hazañas de los héroes, para declararnos una vez por todas que el pretérito debe conocerse y amarse, porque expresa una tradición que nos vincula con la Patria que hicieron los egregios finados de la familia. Para declararnos que hay que oír la voz de los próceres voz de la Historia, que guía a estas patrias por caminos mejores y más claros: que marchan sin brújula, y andan como a tientas, y están como perdidos, los países que no apoyan un pie en la tradición, que no consultan el testimonio autorizado de los mayores que más supieron de los negocios de sus pueblos, y los amaron, y por mejorarlos se desvelaron. El Monumento nos enseña lo que vale para una nación el espíritu previsor y vigilante de su Primer Magistrado y de cuán incalculables son los males de un pueblo que mira con indiferencia su suerte. Como también nos dice que no debemos desesperar nunca, porque en las horas tenebrosas e inciertas los pueblos tienen el gobernante oportuno que les hacía falta.
Enseña el Monumento que las leyes morales se cumplen inexorablemente y que no deben ser ultrajados los pueblos chicos por ser chicos; que también los poderosos se tambalean cuando fundan sus relaciones con los demás en el atropello y la injusticia. Y anticipándose en medio siglo a la reciente guerra europea [Primera Guerra Mundial 1914-1918], proclama que los pueblos pequeños, si son dignos, si no son serviles, si son ilustrados y laboriosos, también tienen derecho a ser libres como los grandes, y que si hay un coraje sagrado es el de los pueblos que se yerguen como un solo hombre en defensa de sus más caras libertades. Por eso ved, sentid vosotros, oh jóvenes, como un soplo de tempestad que agita las figuras del Monumento: Es el ademán como de fuerzas de la Naturaleza de pueblos nuevos en marcha, que aún empuñan la lanza porque todavía aletea en la sombra los genios del Mal y de la Perdición: que ya no brilla la codicia conquistadora en la punta de las bayonetas sino en el disco de las áureas monedas. Si es sumamente grave que aventureros extraños se atrevan a comprar la patria, lo sería mucho más, e ignominioso, que hijos del país de bruces se la vendieran. Conmovéos, pues, con esa resolución que se les ve a las esculturas de vencer y de ser libres; se yerguen a paso de victoria, antes y hoy, y mañana también. Jóvenes estudiantes, ¡si lo que aguardan estos sacros bronces y los sucesos que rememoran es el cantor inspirado, que los materiales del poema inédito y las proporciones homéricas de los héroes y de las hazañas ahí están ante vuestro amor y curiosidad!

El Monumento es simbólico y en ello, su valor espiritual permanente. Dice de la actitud vigilante y defensiva contra los enemigos malos de la Patria, contra los exteriores que la amenazaron un día, y pueden amenazarla, pero también contra los internos que la amenazan a todas horas. La Costa Rica de nuestros padres expulsó del suelo materno al filibustero calculista e inescrupuloso, pero la de nuestros días tiene que sacarse del alma la concupiscencia, la codicia del oro -en muchos ciudadanos- adquirido por medios fáciles o ilícitos; la pasión del lujo, y la frivolidad -en muchas ciudadanas- ; las cuantiosas deudas públicas y privadas, de lo que son secuela; la indiferencia por lo propio, la pereza, el alcoholismo, las enfermedades sociales y las discordias civiles, enemigos más terribles e implacables que los aventureros extraños: imponerse -como lo está haciendo la madre España- la disciplina creadora, constructora, del trabajo, del ahorro y del estudio, hasta hacerse digna de los progenitores en aspiraciones y realizaciones.
Es simbólico el Monumento y habla de batallas que soldados de Costa Rica , a toda hora pronta al sacrificio y al servicio, dieron por la libertad y la justicia; y habla de sucesos que aleccionan a un pueblo para que empuñe la lanza cuando las empresas libertadoras y justicieras lo requieran no más; y habla también de cómo los muertos ilustres cuyas hazañas rememora no están muertos, sino que han de revivir con sus enseñanzas y ejemplos, en la conciencia de sus conciudadanos: como guías en las nuevas batallas que son las que ganemos nosotros por la nueva cultura, en su nombre y en el de la Patria. Que si en la guerra memorable Costa Rica iba a la vanguardia, en la paz vaya también, por la sensatez, por el espíritu previsor, liberal y progresista de sus hombres y mujeres dirigentes.
Es un símbolo el Monumento y en él se yerguen altivas e indignadas las patrias luchadoras de ayer, esculpidas en forma de mujeres para enseñaros, oh señoritas -tantas señoritas como aquí veo-, que vosotras sois la Patria misma, que haréis sana y fuerte en los niños venideros, y formaréis honrada y pulcra, si ese es vuestro ideal y resolución inquebrantables, si para ello en verdad os han educado. Jurad al pie del Monumento Nacional, con la conciencia clara de que sois las mantenedoras y salvadoras de la Patria, de que ésta se redime si a vosotras se redime, de que a ella se ofende si a vosotras se ofende, de que la envilecen los que os envilezcan: jurad que de vuestros regazos saldrá la Patria nueva, sencilla, sin ostentaciones, estudiosa, laboriosa y previsora, preocupada cordialmente de sus sementeras y de sus niños. Que al fin de cuentas, jóvenes estudiantes, al corazón, a las entrañas mismas de la Patria con las mujeres se llega, y sin ellas al trastorno, la disolución y la muerte.
Joaquín García Monge



Tomado de http://www.Lospobresdelatierra.org

jueves, 18 de febrero de 2010

María Alejandra Calderón Fournier (1954-1979)

María Alejandra Calderón Fournier (1954-1979)

Foto tomada de http://cefemina.com//index.php?option=com_content&task=view&id=55&Itemid=55


Hija del segundo matrimonio del doctor Rafael Ángel Calderón con Rosario Fournier Mora. Estudió en Bélgica por varios años, luego continuó sus estudios de Derecho en la Universidad de Costa Rica. A pesar de contar con recursos económicos suficientes prefería viajar a la universidad en autobús.

A pesar de ser la hija políticamente más sensible a la labor social de su padre, curiosamente de ella nunca se habla. Tal vez una de las razones de este olvido se halla en el hecho de que ella fue militante del Partido Socialista Costarricense y de la Organización Socialista de los Trabajadores (OST o POST), ambas agrupaciones de izquierda trotskista en la década del 70, en la cual se dice tuvo un fuerte liderazgo.

Para las elecciones de 1978 se postuló como candidata a diputada por la provincia de San José, pero no alcanzó los votos suficientes para llegar al parlamento.




Alejandra se caracterizó por su férrea oposición a su hermano, Junior, llegando incluso a ser considerada su enemiga política más peligrosa, en especial por los liberacionistas que la veían como una candidata con mayor pasta presidenciable.

Para Alfonso Ayub, uno de sus amigos cercanos luego de la muerte de su padre, ella tenía una gran conciencia social que hacía que algunos grupos de izquierda se aprovecharon de ella”. No obstante, esa apreciación, Alejandra fue vista como una fiel representante del calderocomunismo y, como tal, continuadora del mito de un socialcristianismo comprometido con el pueblo, capaz de reeditar la alianza entre las fuerzas de izquierda, la Iglesia y los políticos de vocación cristiana.

Murió trágicamente atropellada en Guadalupe, el 29 de noviembre de 1979. El hecho oficialmente fue consignado como un accidente. Según esta versión ella se bajo de una buseta en las cercanías del centro comercial de Guadalupe. Se bajó en la parada de ese lugar para dirigirse hacia su casa. Caminó por detrás de la buseta para cruzar la calle y en ese momento, un vehículo que viajaba en sentido contrario, conducido por un hombre de apellido Cruz, la embistió.

Al lugar de los hechos se hicieron presentes unidades de la Cruz Roja. De inmediato, se le aplicaron los primeros auxilios y luego fue trasladada hasta la Sala de Urgencias del Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia, que lleva el nombre de su padre, donde varios médicos trataron de salvarle la vida. Al día siguiente la descollante líder era sepultada con todos los honores y donde estuvieron presentes las personalidades políticas del país de ese momento.

Sobre la muerte de Alejandra Calderón se especuló mucho, pero para las autoridades siempre estuvo claro que fue un accidente. Dentro del imaginario colectivo costarricense se habló tanto de un complot de las fuerzas más reaccionarias de este país, como de un atentado por fuerzas opositoras a los Calderón. Lo cierto del caso fue que su muerte se consideró como extraña tanto por propios como por extraños al movimiento calderocomunista.



Muchas personas la consideran la verdadera heredera e hija política del "doctor", pues se decía que rescataba todos los valores positivos del calderocomunismo, ello la diferenciaba de su tío Paco y de su propio hermano más cercanos a la derecha costarricense.  Su inteligencia, su fuerza y el liderazgo la hacían ver a Alejandra como la "Evita Perón tica" y como una posible candidata a ser a ser la primera mujer presidenta del país. Sin duda, la independencia y entereza de Alejandra la diferencian de la primera mujer presidente de Costa Rica, Laura Chinchilla Miranda, quien no ha ocultado su cercanía con los hermanos Arias y su dependencia a sus mandatos, como se comprobó con la elección del cargo de Defensor(a) de los Habitantes de la República, resultando electa la candidata de los Arias: Ofelia Taitelbaum, donde desgraciadamente tuvo poco poder de incidencia.  Una vez consumada la elección de Taitelbaum, Chinchilla aceptó el resultado como un ejercicio soberano de los diputados, a pesar de las irregularidades de los procesos de selección, entre ellos la calificación de cero al candidato más idóneo al puesto.



La relación entre Oscar Arias y Laura Chinchilla fue representada por un fotomontaje que circuló ampliamente en las redes sociales y que se denomino Laurarias.

Si bien la visión de Alejandra Calderón estaba marcado por una visión marxista de la liberación obrera, algunas propuestas actualizadas de ese ideario aún son válidas tales como:


  • Obligar a las empresas y patronos a pagar, al menos, el salario mínimo de ley como una forma de reducir los porcentajes de pobreza
  • Crear incentivos salariales que reduzcan las brechas entre hombres y mujeres
  • Reducir las experiencias de exclusión, discriminación y subordinación de las mujeres trabajadoras
  • Crear un sistema de apoyo institucional educativo de cuido de niños
  • Fomentar el desarrollo social, político, económico, ambiental y cultural de las mujeres
  • Eliminar las desigualdades entre mujeres y hombres.

Alejandra es considerada una pionera de las luchas prodefensa de la mujer costarricense.  En 1975, juntó con diversas mujeres y compañeros comprometidos con los derechos de la mujer  crea el Movimiento de Liberación de la Mujer (MLM), el cual a finales de los años setenta  trabajaba con comunidades urbanas y combinaba la lucha contra la discriminación  hacia las mujeres con la lucha contra la pobreza y la exclusión, formando parte de un fuerte movimiento de organización comunitaria compuesto en un 90% por mujeres.   De ahí que Alejandra participará también en otros movimientos de lucha obrera como fue la Coordinadora Patriótica Nacional (COPAN), la cual  fue una alternativa  a los Comités de Vivienda, al Frente Democrático de la Vivienda y el Frente Costarricense pro Vivienda organizaciones dominadas por el clientelismo político del Partido Liberación Nacional.



En 1981 el MLM pasó a ser el Centro Feminista de Información Acción (CEFEMINA),  la cual se mantiene como una organización no gubernamental, sin fines de lucro y declarada de utilidad pública en 1987, mediante Decreto Ejecutivo No. 17515-J de la Presidencia de la República de Costa Rica.

El Centro Feminista de Información y Acción, CEFEMINA manitiene los valores originales, pues sigue estando dedicada a la defensa de los derechos de las mujeres, entendiendo que para ello es imprescindible la conquista de Estados democráticos y laicos, y de sociedades justas, inclusivas e igualitarias.  

El sitio web de CEFEMINA (http://cefemina.com ) mantiene una página web donde se reconoce la labor de Alejandra Calderón Fournier que dice literalmente:

"Alejandra, tu memoria sigue presente en esta organización que nunca ha dejado de ser un grupo de mujeres, el tuyo. Presenta está en esas comunidades con las que un día te aventuraste a defender el derecho a una vivienda digna, a disfrutar de salud, a decidir sobre la propia vida. No llegaste a ver las casas que tantas mujeres construyeron con sus manos y en las que hoy pueden vivir más tranquilas y autónomas. Tampoco a las hijas e hijos de esas luchadoras que hoy tienen más oportunidades para crecer. Algunas llevan tu nombre; muchas heredaron tu decisión. Gracias por la lección de vida que siempre nos diste".



En fin, como todo lo que se desarrolla en los mitos se hace necesario descubrir la figura de Alejandra Calderón Fournier, en todas sus dimensiones y más aún su utopía social tan necesaria en el giro derechista y deshumanizador que cuende en las fuerzas que integraron el Partido Unidad Social Cristiana.


Más sobre la vida de María Alejandra Calderón Fournier http://calderocomunismo.blogspot.com/2010/02/la-vida-de-alejandra-calderon-fournier.html


Referencias básicas
Reportaje de Marrero, Adrián. Las trágicas muertes de los hijos de los expresidentes Diario Extra
Sitio Web CEFEMINA
Historia Oral

miércoles, 17 de febrero de 2010

El mito en videos. Lo que se recuerda de un socialcristianismo comprometido

El mito en videos. Lo que se recuerda de un socialcristianismo comprometido









El calderocomunismo se alimentó de la idea de que los políticos, con vocación católica, podían incorporar en su agenda de gobierno las preocupaciones de los sectores sociales más importantes.   La gran reforma se tradujo en la realidad en un freno a las demandas y conquistas desarrolladas desde la década de 1920 por los panaderos, ebanistas, carpinteros, mineros, zapateros, y demás obreros.   La reforma detuvo una mayor profundización de la justicia social.    A pesar de ello, el mito de un socialcristianismo realmente comprometido con las enciclicas papales y con el pueblo prevaleció como utopía social.



Las reformas sociales conquistadas en la década de 1940, comenzaron a ser atacadas en la administración del liberacionista, Luis Alberto Monge Alvarez, quien aceptó descaradamente las imposiciones del Fondo Monetario Internacional.  Sin embargo, el ataque a las reformas sociales más fuerte fue realizado por la administración del liberacionista Oscar Arias Sánchez, candidato de la Asociación Nacional de Fomento Económico (ANFE) y de la plutocracia agluitinada en el club Unión y el periódico La Nación. 


A pesar de los ataques de la primera, pero en especial la segunda administración de Arias Sánchez, fueron los hijos de los líderes del 48, que dieron los golpes más graves a la seguridad social. 



En las elecciones del 2010, las reformas sociales estuvieron en la palestra ante los ataques del candidato Otto Guevara Guth, exmilitande de la derecha socialcristiana y dirigente del Movimiento Libertario, partido de extrema derecha que aboga


  • antes de proponer una justicia social real sostiene la imposición de medidas carcelarias a través del lema "tolerancia cero"

  • antes de desarrollar un modelo equitativo promulga la doctrina del libro mercado

  • antes de considerar el respeto a la persona, abala la prostitución de  mujeres y hombres como una decisión personal

  • antes de pensar en un sistema de seguridad ciudadana impulsa los estereotipos y la marginalización social.
En la última elección del 2010 maquilló las propuestas de su partido como un movimiento de centro derecha, por lo que reclutó algunas figuras, que tuvieron algún papel social pero que se han transitado en diferentes partidos sin reconocerles una convicción político social definida, como fueron los casos de Humberto Arce y Longino Soto.

En diferentes corrillos se considera al movimiento libertario como un partido "tureca" o "charro" utilizado por la oligarquía financiera para debilitar al partido centrista Acción  Ciudadana.